"Cuando la herida no es física, sino mental"

Técnica: escultura de blisters unidos por silicona (Alprazolam, Clonazepam, Tranquinal, Siderblut Complex, Ibuprofeno).

Medidas: 40 x 60 cm

Año: 2020

Esta escultura va en honor a la valentía que afrontan las personas que denotan una disfunción en su mente y deciden ir al psiquiatra para tratarse, siendo juzgadas por la sociedad como "locos".

Nosotros como sociedad deberíamos de reconocer el valor de estas personas porque no es nada fácil decir "voy al psiquiatra", ya que el juicio en la mirada del otro (u otros) surge al instante, y por ende, muchos de ellos recurren a no decir nada, a no ir al psiquiatra o hasta inclusive, en casos muy difíciles, al suicidio.

Tenemos que concientizarnos de que para ellos es más difícil el juicio social que el tratamiento en sí, no nos damos cuenta del daño que les causamos al juzgarlos de esa manera, pues se sienten muy indefensos y somos muy dañinos con ellos, cuando en realidad deberíamos contenerlos y recordarles que son valientes por afrontar tamaña decisión.

Es un gran defecto social que debemos de corregir, y este tema no es de habla común cuando debería serlo, pasa desapercibido, porque los obligamos a pasar desapercibidos.

No dañemos más de lo que éstas personas ya lo están, no emitamos bromas (ya sean sin intención de dañar o con), pues son temas delicados y como dije antes "se sienten indefensos" y les duele todo aquello que tenga que ver con su daño mental.

El juicio social es muy complejo de tratar, pero hagamos un esfuerzo, por ellos, y por nosotros mismos, para así mejorar como sociedad y evitar dañar sin causa alguna a personas que no nos han hecho nada y están luchando por mejorar y seguir con sus vidas como todos nosotros.

Realicé esta escultura ya que este tema lo he vivido con alguien de mi entorno muy cercano, y quiero que corra la voz de que las "bromas" dañan aún más que el propio daño en sí. Por favor, cambiemos nuestro juicio y actitud, pues son personas valiosas y valientes; y si nos ponemos en su lugar por unos instantes (aunque jamás será lo mismo), sabremos que muchos de nosotros no lograríamos reunir el tremendo valor de aceptar el daño y recurrir al psiquiatra.

Concientización, por favor.